A los dos años de edad sabía árabe, latín y griego antiguo.

  A los tres años había estudiado a Plank y a Hilbert, corrigiendo seis de sus apreciaciones.

  A los cuatro años escribió Visitación de las Erinias, majestuoso libro donde exhuma los inicios de la civilización griega.

  A los cinco años conoció El Capital y fue miembro activo del Partido Comunista en Latinoamérica, siendo acusado de conspiración y sufriendo torturas.

  A los seis años es deportado a España y allí publica Comentarios de medio siglo, libro integral que desmenuza la historia literaria española de 1900-1950.

  A los siete años compone su primera sinfonía, basada en Morte d´ Arthur de Alfred Tennyson y publica Musicología: mudanza última y compaginación posmoderna.

  A los ocho años rueda su primer y único largometraje Paumanok Saunders, basado en un texto de Walt Whitman y obtiene la Palma de Oro en el Festival de Cannes.

  A los nueve años se gradúa en Letras en las universidades de Oxford y Salamanca.

  A los diez años es presidente vitalicio de la Asociación de Escritores Pacifistas.

  A los once años dirige una conspiración en Ghana y escapa milagrosamente a salvo a París, donde se dedicará a la pintura y a la gramática comparada.

  A los doce años pinta El descenso, que inmediatamente es adquirido por los Rockefeller y Nueva pietá junto a Fabulación en rojo son adquiridos por el Louvre y el Ermitage en brava disputa.

  A los trece años tiene una visión mística y decide inclinarse por la vida monacal. Emprende la carrera eclesiástica.

  A los catorce años publica La crisis del arte religioso. Le es otorgado el Premio Nobel de Literatura.

  A los quince años es ordenado obispo en Portmentage.

  A los dieciséis años compone su Pater Nostrum, coral sinfónica que es comparada al Treno de Pendereczki

  A los diecisiete años es nombrado Cardenal de Montegnon y publica Black Pope: don´t cry, novela histórica que lo consagra en la literatura mundial.

  A los dieciocho años, a la muerte de Benedicto XXI, es nombrado Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y da a conocer la Reforma del credo, que provoca disputas acusándolo de comunista y satanista, si no es lo mismo.

  A los diecinueve años publica su autobiografía Hombre en el vórtice, donde habla sobre la vejez y la resignación.

  A los veinte años padece una inalterable tristeza, un desdén por todas las cosas. Nada lo alegra. Está vacío y recorre las salas undosas de la Biblioteca Vaticana. Se viste con sus ropas de hippie parisino y escapa a la Ciudad Eterna, pero nada logra distraerlo. Muere de tristeza el 16 de agosto, siendo canonizado al año siguiente.

  Nunca entenderemos su muerte: tenía toda la vida por delante.